En su discurso de victoria frente a miles de simpatizantes en Montevideo, Orsi extendió la mano a quienes no lo votaron:
«Entendamos: hay otra parte de nuestro pueblo que hoy está con otro sentimiento. Esa gente también nos tendrá que ayudar a construir un país cada vez mejor. A ellos también los precisamos.»
El profesor de historia asume la presidencia en un momento desafiante, con un país enfrentando el alto costo de vida, la desigualdad y el aumento de la inseguridad. Además, gobernará sin mayoría en la Cámara de Diputados, lo que requerirá hábiles negociaciones para avanzar en su agenda. Como discípulo del expresidente José «Pepe» Mujica, Orsi proviene de una tradición política caracterizada por el diálogo y la construcción de consensos.
En su discurso, enfatizó el valor de la democracia y el respeto por las ideas de todos los sectores políticos:
«Este país es un ejemplo de acumulación positiva, donde ladrillo tras ladrillo construimos un futuro mejor. No hay lugar para el agravio ni la descalificación. Uruguay es un país de libertad, igualdad, fraternidad y respeto.»
Orsi también rindió homenaje a figuras clave de la historia reciente del Frente Amplio, como Tabaré Vázquez, Danilo Astori, y José «Pepe» Mujica, de quienes afirmó haber aprendido los valores de escuchar, trabajar y decidir.
Con un mensaje esperanzador, el nuevo presidente llamó a la unidad y al esfuerzo colectivo:
«A partir de mañana vamos a trabajar muchísimo todos los días, sin aflojar jamás, para construir un Uruguay donde nadie se sienta relegado. Vamos hacia un país más integrado, más próspero y con oportunidades para todos.»
El desafío es inmenso, pero Orsi promete ser un presidente del crecimiento, del diálogo y de la integración, invitando a toda la ciudadanía a sumarse a este proyecto colectivo.