“¿Alguno de nosotros puede decir que paga los impuestos de manera voluntaria?” preguntó en un segmento de su desconcertante discurso en el Foro Económico de Davos, el presidente argentino Javier Milei. Los asistentes –la mitad de la sala en verdad, el vacío se imponía en el auditorio-, representantes de las potencias mundiales lo miraban atónitos. Y respondieron de igual modo: “Desconcertados y con tímidos aplausos”, aseguran los medios acreditados sobre el auditorio que lo escuchó con “estupor y sorpresa”.
En Argentina en tanto, los calificativos para esta “lisérgica” intervención –según una definición jocosa, si no fuera acertada-, fueron desde “vergonzoso” a “papelón” pasando por “anacrónico”, “de otra galaxia” o simplemente “una antigüedad”.
Claro que las huestes libertarias celebraron la conferencia donde Milei definió que “Occidente está en peligro” porque quienes deben defenderlo tienen “una visión del mundo que conduce al socialismo” y “a la pobreza”. Pero el análisis del periodista Joe Goldman o la mirada académica de Alicia Entel, se sumaron al joven Leandro Rossi, medalla de plata del Mundial de Oratoria 2023 para desmalezar los pasos en falso de esta coreografía pesadillesca.
También fue crítico Pablo Avelluto, el exMinistro de Cultura del macrismo. “Escuché el discurso del presidente en Davos. Un mensaje reaccionario basado en falacias y actos de fe propios de la década del 30. Debo ser colectivista, socialista, comunista, zurdo de mierda o lo que les parezca. Pero el liberalismo está muy lejos de su delirio fanático”. A las respuestas odiadoras, Avelluto contestó: “¿Puedo decir que la rueda de este señor es cuadrada? ¿O eso significa ponerle palos? Voy a oponerme, nomás. Como corresponde en democracia a los que no somos oficialistas”.
“Fue un desastre ese discurso, una antigüedad, y anacrónico” sostuvo la investigadora Alicia Entel. “No sé si se enteró que cayó la Unión Soviética y ya cayó el muro, ni si conoce lo que llevan adelante los movimientos de mujeres. El tema es entre irónico, preocupante y peligroso porque en Milei el personaje le gana a la persona. Y no sé si esta dualidad no es de una cierta perversión”, evalúa.
Estas palabras del Presidente frente a los organismos internacionales “que se estarían dejando llevar por el socialismo”, sostiene la investigadora, devela que necesita un asesoramiento. “Lo que dijo no existe en la realidad. Habría que recomendarle el uso de algún criterio de realidad”, puntualizó.