Trancas, a través de su Fiesta Nacional e Internacional del Caballo y la Expoláctea del Norte, ha logrado posicionarse como un epicentro cultural y económico. Estas celebraciones no sólo atraen turismo y muestran la identidad de la región, sino que también contribuyen a fortalecer la economía local, especialmente en una zona donde la cuenca lechera se convierte en fuente vital de ingresos y empleo. Bajo el liderazgo de los hermanos Moreno, estas festividades no son sólo eventos, sino símbolos de una ciudad que celebra su historia y tradiciones mientras impulsa el desarrollo económico.
La planta «La Overita», un ejemplo de empresa municipal, es un proyecto que Antonio ha continuado y modernizado desde la gestión de Roberto, abasteciendo de leche a precios accesibles en toda la provincia y apoyando a los productores locales. Esta iniciativa, sin duda, es un reflejo del compromiso de los Moreno con la autosuficiencia y el bienestar de la comunidad.
Además, la administración ha trabajado para consolidar a Trancas como un destino turístico, donde se combinan paisajes naturales y sitios históricos. Desde el balneario El Boyero hasta la Villa Vieja, donde descansan los restos del héroe tucumano Bernabé Aráoz, pasando por el Pozo de San Francisco, que atrae a visitantes con fines religiosos, Trancas es un testimonio de la riqueza cultural y espiritual del norte argentino.
La gestión también ha impulsado importantes obras de infraestructura: un puente sobreelevado sobre la Ruta 9 para mejorar la conectividad, la pavimentación de calles y la forestación para embellecer el espacio urbano. Asimismo, la inversión en un hospital modular y en equipamiento de última tecnología busca garantizar un servicio de salud de calidad. El sistema de monitoreo de seguridad y la iluminación urbana moderna completan un marco que contribuye a hacer de Trancas un lugar seguro y acogedor.
Los hermanos Moreno son parte de una tradición en Trancas, donde la gestión y el compromiso con el vecino no son meras promesas, sino realidades que han transformado al municipio en un modelo de eficiencia y cercanía. La obra continúa, y con el ejemplo de los hermanos unidos, Trancas sigue creciendo y avanzando, ofreciendo a sus habitantes una calidad de vida cada vez mejor.
La gestión de los Moreno es un reflejo de cómo, en la práctica, el valor de la hermandad y la buena administración puede convertirse en el mayor legado de un pueblo que sabe mantener sus raíces mientras avanza hacia el futuro. Trancas, a diario, se moderniza y fortalece, y se proyecta como un verdadero orgullo del norte argentino, una muestra de que la tradición y el progreso pueden ir, hombro a hombro, de la mano.