María Sol Faletty desde Buenos Aires: Se aprobó la polémica Ley Bases

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A un día de haberse votado la Ley Bases en el Senado, El Adversario establece un diálogo
con el abogado laboralista, Matías Cremonte, y la politóloga, Paola Zubán, en donde
analizan la situación post votación.

El proyecto de ley «Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos»; llegó
finalmente al Senado y si bien sufrió varios cambios desde aquel primer texto, se aprobó luego de que la Vicepresidente, Victoria Villarruel, diera el voto positivo ante el empate. A
pesar de la aprobación, aún sigue siendo una ley que no es aceptada por muchos de los y las
argentinas. Debido a esto, en el Congreso se decidió el futuro del país, los senadores en sus
asientos votando a favor o en contra de la ley, pero fuera del Congreso la gran multitud, a
pesar de la represión y las inmensas vallas, también tomó una decisión y era unánime: NO a
la ley bases. Según Matías Cremonte, abogado laboralista, la Ley Bases “afecta muchísimo a
los trabajadores y trabajadoras, es una reforma laboral muy regresiva, tal vez la más profunda desde la última dictadura militar”.

A pesar de lo que los grandes medios comentaban sobre la agresividad de la izquierda, las
balas de goma y gases lacrimógenos apuntaban a los jóvenes, jubilados y demás personas que protestaban contra la Ley. Por los disturbios ocasionados el Presidente de la Nación, Javier Milei, denunció que había intenciones de hacerle un “Golpe de Estado”. Ante esto, Paola
Zubán, politóloga e investigadora dijo: “Constantemente corre los límites de lo políticamente
correcto, incluso afectando la institucionalidad. Sigue en modo electoral con golpes de efecto
permanentes en su narrativa combativa contra todo el que se le opone”. Además, agregó:

“El peligro de esto es que avala la violencia. Pero ese estilo tiene un límite: la repetición y la
rutinización agotan demasiado rápido. La pregunta es si logrará cubrir las expectativas
ciudadanas de mejora en la calidad de vida antes de ese agotamiento”.

Además de las protestas por fuera del Congreso, los argentinos y argentinas demostraron su
rechazo mediante cacerolazos en esquinas emblemáticas de los barrios. Y previo a la votación, los aceiteros proclamaron una medida de fuerza también por su oposición a la Ley
Bases junto a su reforma laboral y fiscal. Si bien la huelga finalmente no se llevó a cabo por
el pacto de conciliación que efectuó la Dirección Nacional de Relaciones y Regulaciones del
Trabajo de la Nación, implicaba una medida de resistencia poderosa. En diálogo con El
Adversario, Cremonte habló sobre las implicancias de la Ley: “Agrava muchos aspectos para
el trabajo de los argentinos y argentinas como la extensión del periodo de prueba, la
eliminación de las multas para el empleo no registrado que va a generar una mayor
informalidad laboral, y la creación de la figura del trabajador autónomo que es básicamente
una deslaboralización del contrato de trabajo. Esto último que es un fraude laboral ante la ley, ya que se reconocen los derechos laborales en un juicio, ahora se legaliza con la Ley Bases”.

Y en relación a las sanciones que pueden tener los empleados por participar en huelgas o por
ser activistas sindicales expusó: “Es todo un retroceso limitar la posibilidad de ejercer
libertades a los trabajadores ya que por llevarlas a cabo podría ser despedido con ´justa
causa´, siendo el empleador quién toma esa decisión”.

Las promesas de las elecciones, los conflictos internacionales y los paquetes de ajustes solo
generaron caos en el país. Esta nueva Ley, según Zubán, “es el primer escalón de
construcción de poder político de Milei, con un trabajo que se debería haber hecho antes. La
oposición, sin una conducción clara ni consenso, quedó aún más desdibujada que antes”.

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